A continuación, con ustedes el nuevo espacio tecnológico que enorgullese a los argentinos (claro, no a todos, para otros, sólo es circo): Tecnópolis.
Honestamente, al escuchar acerca de este proyecto pensé, inicialmente, lo que -creo-, piensan muchos argentinos a la hora de ser "sorprendidos" por las obras públicas: no debe ser tan bueno como en otros países; para qué lo habrán hecho; de qué nos sirve si es necesario invertir en otras cosas importantes; habiendo tantos argentinos con hambre...; y otras tantas frases similares.
Sin embargo, cuando veo las imágenes tan impresionantes del lugar y la muestra permanente, me sorprendo gratamente, y más aún que esas fotos, videos y palabras de encomio pueda obtenerlar en un sitio que pertenece al diario: La Nación, espacio mediático que, habitualmente, se muestra, sino es hostil, muy crítico de la obra del gobierno nacional.
No avizoro un cambio en la relación entre ese medio de comunicación y el modelo actual de gobierno (que algunos periodistas tildan ya de "cristinismo", en alusión clara al estilo personalista de nuestra presidente, Cristina Fernández de Kirchner), pero, al menos, un mojón que me anima a sostener que, cuando las cosas se hacen bien, es posible dejar de lado términos antagónicos como: oficialismo y oposición, y hablar, mejor, de emprendimientos argentinos de calidad.
Enlace del diario: La Nación del 17 de julio de 2011:
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